El Componente Británico en sus orígenes
Es conocida la inclinación de Rivadavia por la cultura británica: él fue embajador
de la Revolución en Londres y su hijo pasó sus años escolares como pupilo en un colegio
en Inglaterra. El establecimiento de la primera colonia de escoceses en nuestro país
(en Santa Catalina, cercana a las Lomas de Zamora, en 1823) se debió a su iniciativa.
Más conocida es su gestión del empréstito con la banca Baring Brothers, aunque de
no muy feliz recuerdo. Menos conocido es su rol en la fundación del Banco de la Provincia
de Buenos Aires, en 1822, siendo por entonces Ministro de Martín Rodríguez (ya antes,
en 1811, había aconsejado al Consulado la creación de un Banco y de una compañía
aseguradora, ambos de inspiración británica).
Ya desde la asamblea inaugural, celebrada en el Consulado el 15 de enero de 1822,
aparecen los comerciantes británicos, opinando, votando y ocupando los primeros cargos
de la naciente institución bancaria. En efecto, la primera comisión que debía redactar
los Estatutos y colocar acciones en el público, contaba con nueve miembros, entre
ellos, Diego Brittain, Guillermo Cartwright y Roberto Montgomery. Aparecen, también,
integrando el primer Directorio.
El 15 de julio de 1822 el Directorio celebró su primera sesión, donde aparecen diversos
británicos aplicados a varias tareas. Guillermo Robinson fue el primer tenedor de
libros. Se dispuso la compra en Londres, por conducto del director Brittain, de seis
cajas de hierro con sus llaves, cantidad de billetes impresos de distinto valor y
3.000 libros para asientos contables. También se encargó a Londres el primer mobiliario.
El primer presidente provisional del entonces “Banco de Buenos Aires” (Guillermo
Cartwright) era miembro de la colectividad británica, lo mismo que tres de los nueve
primeros directores. También el capital accionario británico era importante: en la
asamblea del 18 de enero de 1825, sobre 702 votos, correspondían 381 a los británicos;
y ya en enero de 1826, de las 838 acciones, los británicos poseían 454. Tanto era
el acuerdo entre nativos y británicos que, relata Nicolás Casarino, se llegó a un
consenso tácito de que el número de directores británicos fuera de la mitad menos
uno. Repasemos a continuación los datos biográficos de algunos de ellos.
- Diego Brittain aparece referenciado por Maxine Hanon como James Brittain. Había llegado a Buenos Aires, previo paso por Montevideo, en 1807, con el contingente de comerciantes venidos tras la primera invasión inglesa. Tras una salida a Río de Janeiro o a Inglaterra, se lo halla de vuelta en Buenos Aires en 1810, como donante de dinero para la Biblioteca Nacional, gesto que repetiría en otras causas filantrópicas. Poseía una famosa quinta frente al Parque Lezama, que llamó Waterloo. Tuvo otras tierras y hasta muelle propio en La Boca. Su casa comercial era muy solvente, con sucursal en Valparaíso. También incursionó en la minería y participó en el origen de las instituciones británicas en esta ciudad, y hasta en el Vauxhall o pionero parque de diversiones. En 1829 regresó a su país con su familia. Algunos de sus hijos, que habían nacido en la Argentina, volvieron más tarde.
- Guillermo Cartwright había llegado a Buenos Aires en 1815, desde su Liverpool natal para establecer una casa de importación y exportación, razón por la cual, en 1824, aparece registrado en el Consulado como merchant o comerciante. Tuvo también participación en negocios de minería y en cargos institucionales como la Comisión de Inmigración y el cementerio protestante del Socorro, este último lindante con los fondos del jardín de su casa, la ex quinta de Maza. Su esposa, Alice, era a juicio de los contemporáneos, una de las damas más bellas de la colectividad británica. En 1826, el matrimonio y sus hijos partieron a Inglaterra y ya no regresaron.
- Roberto Montgomery era irlandés y llegó a Buenos Aires en 1814, donde su comercio ya venía funcionando desde 1810 con una representación local. Se incorporó enseguida a la Sala Comercial Británica. Integró el Directorio del Banco hasta 1825. Tuvo participación en diversas comisiones oficiales y fue el primero en anotarse como merchant en el Register of British Subjects. También dejó Buenos Aires con destino a Inglaterra.
- Guillermo Robinson había llegado a Buenos Aires en 1818, como empleado de una casa de comercio, y se registró como tenedor de libros, precisamente su tarea en el Banco. Se casó con una criolla y aparentemente murió en esta ciudad.
Dr. Oscar Andrés De Masi
Asesor Legal de la CNMMyLH
Coordinador del Programa de
Valoración del Patrimonio funerario |
Edificio del Real Consulado, en la actual calle San Martín 137, donde se realizó
la asamblea fundacional del Banco.
Casa Central del Banco en Buenos Aires, San Martín 137, construida entre 1870 y 1874,
por ingenieros Henry Hunt y Hans Schroeder, demolido en 1939.
Casa Matriz del banco en La Plata, inaugurada el 19 de abril de 1886, proyectado
por los arquitectos Juan A. Buschiazzo y Luis A. Viglione.
Nuevo edificio de la Casa Central del Banco de la Provincia de Buenos Aires, ubicado
en el predio de la calle San Martín 137 y otros edificios anexos incorporados. El
proyecto fue ganado por concurso por el estudio de los arquitectos Sánchez, Lagos
y De la Torre. Fue inaugurada el 20 de diciembre de 1940.
(Colección del Archivo y Museo Históricos del Banco de la Provincia de Buenos Aires)