Capitán de Navío Santiago Félix Dufourq |
Puede ser considerado como el creador y verdadero impulsor de la construcción del Puerto Militar (Base Naval de Puerto Belgrano), el primero del país, a la vez que defensor de su ubicación geográfica sobre las costas de la bahía Blanca, más puntualmente en cercanías de la Punta Alta.
En este sentido, debido al peligro inminente de un conflicto armado, a fines del siglo XIX, entre la Argentina y Chile a causa de cuestiones limítrofes, surgió y tomó progresiva fuerza en las esferas gubernamentales y militares argentinas la idea de equipar y modernizar la flota de guerra como también dotarla de nuevas infraestructuras, con la construcción de un gran dique de carena (para limpieza y reparación de las naves) o bien de un puerto de aguas profundas. En mayo de 1895 se asignaron los fondos necesarios para iniciar la construcción de éste último y se designó la zona aledaña al puerto de La Plata como el lugar de emplazamiento.
No obstante, el alejamiento del coronel E. Balza del Ministerio de Guerra y Marina y su remplazo por el ingeniero G. Villanueva instaló un fuerte debate en torno a la conveniencia del sitio ya elegido. Por entonces, el Centro Naval había premiado en su certamen anual al teniente de navío Félix Dufourq por su genial trabajo en el cual, tras un meticuloso análisis, expuso la tesis de que el puerto debía situarse en la bahía Blanca, más precisamente en el tradicional fondeadero llamado otrora Pozos del Belgrano. En este sentido, Dufourq desestimaba los puertos de La Plata o Puerto Madero con argumentos de origen técnico y estratégico, planteando que, de ubicarse el puerto militar cerca de alguna de las grandes ciudades, éstas quedarían expuestas en caso de desatarse la guerra. En contrapartida, la bahía Blanca presentaba las características geográficas, técnicas y geopolíticas más convenientes tanto para la instalación del puerto como también para el desarrollo de poblaciones nuevas, como efectivamente ocurrió con la ciudad de Punta Alta. Finalmente, en 1896 se fijaría definitivamente el lugar de asentamiento del puerto, a partir de los informes presentados por el ingeniero Luigi Luiggi, director de las obras, que no hizo otra cosa que reafirmar lo sostenido hasta el cansancio por Félix Dufourq. Es por todo esto que sin duda le cabe a Dufourq el título de creador de la actual Base Naval de Puerto Belgrano.
En este sentido, debido al peligro inminente de un conflicto armado, a fines del siglo XIX, entre la Argentina y Chile a causa de cuestiones limítrofes, surgió y tomó progresiva fuerza en las esferas gubernamentales y militares argentinas la idea de equipar y modernizar la flota de guerra como también dotarla de nuevas infraestructuras, con la construcción de un gran dique de carena (para limpieza y reparación de las naves) o bien de un puerto de aguas profundas. En mayo de 1895 se asignaron los fondos necesarios para iniciar la construcción de éste último y se designó la zona aledaña al puerto de La Plata como el lugar de emplazamiento.
No obstante, el alejamiento del coronel E. Balza del Ministerio de Guerra y Marina y su remplazo por el ingeniero G. Villanueva instaló un fuerte debate en torno a la conveniencia del sitio ya elegido. Por entonces, el Centro Naval había premiado en su certamen anual al teniente de navío Félix Dufourq por su genial trabajo en el cual, tras un meticuloso análisis, expuso la tesis de que el puerto debía situarse en la bahía Blanca, más precisamente en el tradicional fondeadero llamado otrora Pozos del Belgrano. En este sentido, Dufourq desestimaba los puertos de La Plata o Puerto Madero con argumentos de origen técnico y estratégico, planteando que, de ubicarse el puerto militar cerca de alguna de las grandes ciudades, éstas quedarían expuestas en caso de desatarse la guerra. En contrapartida, la bahía Blanca presentaba las características geográficas, técnicas y geopolíticas más convenientes tanto para la instalación del puerto como también para el desarrollo de poblaciones nuevas, como efectivamente ocurrió con la ciudad de Punta Alta. Finalmente, en 1896 se fijaría definitivamente el lugar de asentamiento del puerto, a partir de los informes presentados por el ingeniero Luigi Luiggi, director de las obras, que no hizo otra cosa que reafirmar lo sostenido hasta el cansancio por Félix Dufourq. Es por todo esto que sin duda le cabe a Dufourq el título de creador de la actual Base Naval de Puerto Belgrano.
En su carrera profesional se destacó con su participación en la Comisión de Faros y Balizas que, a bordo de la cañonera Bermejo, relevó las costas y canales de la bahía Blanca, como así también por la realización de una serie de viajes por el Viejo Mundo en donde adquirió importantes conocimientos técnicos y científicos en su visita a varias fábricas metalúrgicas y puertos militares en Alemania, Inglaterra, Italia, Rumania y Turquía. Pero por sobre todo, aquello que lo inmortalizaría en la historia fue su original y avanzada tesis sobre la localización meridional del nuevo Puerto Militar, marcando un quiebre entre la vieja y la nueva generación de marinos, en franco rechazo hacia el tradicional centralismo porteño.
Falleció el 19 de mayo de 1909, a los 49 años de edad. Tenía ya el grado de capitán de navío y se escontraba en la plenitud de su carrera profesional.
Referencia: Wickipedia con modificaciones