jueves, 19 de octubre de 2017

El Barrio Fisherton y su Estación.

El Barrio Fisherton

La Estación "Fisherton
hoy conocida como "Antártida Argentina".



Introducción

El proyecto de país agro exportador de la generación del ´80, se afirma precisamente en productores de materia prima y productores de manufactura, de capitales ingleses y franceses invirtieron en servicios (Agua, tranvía, salud, bancos, etc) construyeron puertos y ferrocarriles, herramientas fundamentales para el funcionamiento del modelo.

En este sentido se formaron entre 1880 y 1890 las grandes empresas de ferrocarriles (el Ferrocarril SUD Y EL FERROCARRIL Central Argentino) las que ampliaron y refuncionalizaron sus redes incorporando adelantos tecnológicos, construyeron talleres, grandes playones de concentración de trenes (siempre cercano a los puertos) y grandes estaciones. En este marco las empresas empezaron a fundar pueblos o aldeas suburbanas, residencia del personal jerárquico y técnico.

El 27 de julio de 1889, según consta en el acta de fundación del Pueblo Fisherton, radicada en el Archivo General de la Provincia de Santa Fe, el Ferrocarril Central Argentino donó al gobierno provincial 8 lotes destinados a Juzgado de Paz, templos, escuelas, hospital y cementerio de la naciente urbanización, consignándose ésta como la fecha fundacional de la misma.

La Estación

La epidemia de fiebre amarilla de 1871 influyó para que, tal como había ocurrido en Buenos Aires, lugares como el pueblo de Alberdi, la aldea de Saladillo o Fisherton recibieran un aporte de población considerable, y se difundiera entre las familias acomodadas la costumbre de veranear en los alrededores de la ciudad.

En el caso de Fisherton utilizado como lugar de residencia de la colectividad británica, con instituciones sociales, culturales y deportivas del mismo origen, el Ferrocarril Central Argentino levantó una estación con neta influencia de formas y tecnologías funcionalistas inglesas. Entre 1877 y 1897 el país pasó de contar con 2.231 kilómetros de vías y 2.353.406 pasajeros transportados a 14.755 kilómetros de vías y 16.410.945 pasajeros. El aumento del tráfico hizo necesaria la transformación de las primitivas estaciones por otras con más cantidad de elementos o la construcción de nuevos edificios para los pueblos que surgían al costado de los rieles.

Se construyó un edificio de bien cuidado entorno paisajístico, equipamiento y arquitectura acorde a un suburbio de características muy especiales.

El edificio de ladrillos vistos posee un volumen central de dos plantas con techos a dos aguas, tejas planas, chimenea de esbelto fuste, pans de bois aparente en su Gablete superios y bay window en el frente que mira hacia la calle.

Se continua con un bloque longitudinal, más bajo, donde está el acceso o egreso del edificio hacia o desde los andenes. El techo es a dos aguas con un gablete en la galería exterior sostenida por columnas de madera. Los baños, una construcción de techo plano, se encuentran en el extremo este del edificio y adosados al cuerpo longitudinal.

El extremo oeste y adosado al cuerpo principal se desarrolla un bloque bajo, con techo de tejas, para dependencia auxiliares.

La galería del andén con caída de aguas en dos sentidos, columnas de sostén de madera y crestería de madera en los laterales.

Sobre la plataforma secundaria se instaló un refugio de sistema mixto, mampostería chapa y madera, extensivo a otros elementos como la cabina de señales y casilla del guardabarrera.
Un carácter pintoresco, con elementos Tudor, historicista o funcionalista destacan éstas y otras construcciones ferroviarias que encontramos en los suburbios, una presencia que coincide con el sentido intencional de esta corriente de evadirse de la rutina urbana.

Fisher Town

En el año 1889 la empresa del FFCC Central Argentino trazó, o diagramó en los extramuros de la ciudad de Rosario un pueblo o aldea para su personal jerárquico y técnico. El Ing. Henry Fisher principal director financiero y jurídico de la empresa, fue el encargado del trazado del pueblo, que comprendía las calles Morrison, Ing. Brassey, y el Bv. Nuevo Ferrocarril Central Argentino, por tal motivo llevaría el nombre de Fisher seguido de la determinación germánica que los ingleses le deban a cada fundación(town, ton, villaje).

Una aldea inglesa en las pampas.

El lugar tendría todas las características de una aleda inglesa, calles anchas y arboladas, mansiones amplias con parques y jardines. La plaza y la iglesia, de clara filiación arquitectónica con el resto de los edificios. De la misma manera pasaría con las costumbres que hacen a la tradición inglesa, como el club Hípico, el Golf, Criquet 

Casas y costumbres sociales victorianas 
en el pueblo de Fisherton 

Esas residencias (casi la totalidad de ellas ya demolidas) contaban con cuidados parques y jardines que hacen mas notorio el conjunto en una zona donde entonces existían algunas asiladas quintas, mayoritariamente de propiedad de inmigrantes italianos.

La calle principal, por ser la de tránsito casi obligado y sobre la que se emplazaban los comercios era Bv. Argentino, reducción de su nombre original (Bv. Ferrocarril Central Argentino). En la misma se levantaron los chales de familias inglesas como Aisnworth, Christie, Day, Parr (esta última sería destruida por un incendio en los años '90 del siglo pasado), Talbot, Middleton, en la esquina de dicho Bv. Argentino y Tarragona, la de Boardman y otras. Otros residentes del mismo origen se instalaron en la calle 1, actual Comenius (los Winchester) o la calle 3, hoy Ing. Micheletti (los Silvester).

Fue, en consecuencia, en los años finales del siglo XIX y comienzos del XX, un barrio de elite: no es extraño que dos de sus calles emblemáticas llevaran los nombres de súbditos británicos vinculados al ferrocarril, como Thomas Brassey, a quién se conocía en su país, con justicia, como el mayor constructor de ferrocarriles del mundo…

Sobre la calle Morrison fue donde se empezaron las residencias de los habitantes iniciales del barrio, como los Case, Bowling, Cadmus, Davis, E. G. Benedict, Carleton, Jeffries, Knight y Watson.

Era común entre las familias habitantes de Fisherton las reuniones sociales que se organizaban en los grandes salones o jardines de estas casas; allí se reunían los caballeros a conversar, en ocasiones, en su idioma original (inglés) sobre los grandes acontecimientos mundiales y política local. Las damas de la época mientras tanto se reunían para el “five o’ clock tea” (el té de las 17hs.) de marcada herencia victoriana, que formaban parte de las convenciones sociales a comienzos del siglo. Las señoras agasajaban a las recién llegadas del extranjero o despedían a quienes entraban en el terreno de las casadas, como así también la organización de los actos de beneficencia, donde se recaudaban los fondos para entidades conocidas como de bien público, como por ejemplo el Hogar del Huérfano.

La práctica del deporte también remarcaría el status social de este pueblo, ya que no todo el mundo tenía recursos para realizarla, de esta manera surgen instituciones emblemáticas, come el Fisherton Golf Club, fundado casi con el pueblo inicial y antecedente del que luego sería el Rosario Golf Club, fundado casi con el pueblo inicial y antecedente del que luego sería el Rosario Golf Club, el Jockey Club de Rosario en el 1900, el Haras Ascot (de propiedad de la familia Christie) que contaría entre sus ilustres visitantes nada menos que a Carlos Gardel, quien poseía un caballo llamado “Lunático”, el Club Atlético Fisherton fundado como el primer club de “football” en el año 1915, le seguiría el Club Atlético Ascot (en homenaje al Aras del mismo nombre) el cual perduraría hasta la década del ’40. Durante esta misma década se fundarían también los clubes Unión Americana , Los Caranchos y Old Resian.

Otros edificios emblemáticos son, la iglesia Cristo Rey, que comenzó a construirse como templo allá por 1888 y finalmente nombrada capilla en 1925. Uno de sus párrocos, el Padre Batalles, fue quien ideó la construcción de una escuela que albergara de manera igualitaria a ricos y pobres. De esta idea surge el colegio Stella Maris, ubicada en Bv. Brassey entre las actuales Wilde y Sarratea , al lado a la iglesia, proyecto que finalmente plasmaron sus sucesores.

Las más antigua de las escuelas es la Esc. N° 147 Pcia. De Entre Ríos, fundada en agosto de 1907, ubicada originalmente en la calle Córdoba y Sánchez de Loria, (donde hoy día se encuentra en el centro comercial Villa Margarita), actualmente ubicada en su edificio de calle Colombres, la escuela cuenta entre sus ex alumnas a la ‘’Leona” Luciana Aymar.

También dentro del ejido original de Fisherton, se encuentra el Instituto Fisherton de Educación Integral, conocido simplemente por “La Integral”. Jardín de infantes originalmente, fue fundada en 1962, con una idea de educación libre, integral, creativa y solidaria, el jardín llamado “Los Principitos” , en clara alusión al libro de Antoinne Saint-Exupery, “El Principito”, que es recuerdo que se entrega a los alumnos de 7° al finalizar la escuela primaria.

La escuela está ubicada en parte de la antigua mansión Bowling, cita en el lote n°1 del barrio vendido por el mismo Henry Fisher, siendo ésta la primer casa habitada del pueblo, cuenta en su interior con un añejo roble, que representa el nacimiento de cada hijo o nieto de esta familia, actualmente queda en pie el que fuera plantado por Mr. Bowling al nacimiento de su nieta Miss Sheela; también tiene como símbolo del pueblo, un viejo vagón de tranvía, de la línea 17 que unía el pueblo de Fisherton con Rosario.

En un Birminghan a Gath & Cháves

Otras actividades comunes de este pueblo eran los paseos en carruajes o en tren en los coches Birminghan, los primeros vagones de metal llegados de Inglaterra, de sólida construcción y sobrias líneas, los cuales contaban con servicio de 1° y 2° clase, por un precio módico, (el pasaje en primera clase costaba 45 ctvs., mientras que 2° clase 30ctvs.) llevaba a los habitantes, con frecuencia de 30’ aproximadamente para pasajeros equipajes y encomiendas, y puntualidad típica inglesa. Uno de los servicios por ejemplo partía desde Fisherton a las 14.44 hs y llegaba a la ciudad de Rosario a las 15.02 hs.

Estos constituían el transporte habitual hasta la aparición del automóvil. En los primeros años del 1900 podían observarse por el pueblo algún Ford T o Chevrolet Doble Eaetón o algún Studbaker. Los más acaudalados se movilizaban en estos ante la mirada atónita del resto de los habitantes.

Si bien el pueblo tenía todas las comodidades, la ciudad de Rosario ofrecía entre otras actividades lo último en materia de modas. En las famosas tiendas Gath y Cháves, La Tienda de Paris y Londres o en La Favorita se encontraban las novedades en sombreros, trajes de casimir fantasía, fracks. Galeras, vestidos de cocktail o para el día.

Otros paseos en Rosario eran las tertulias, reuniones y bailes que compartían con la alta sociedad.

Arcón de recuerdos
  • Casa Weskamp una de las más antiguas, ubicada en Bv Argentino y González del Solar. Cubierta casi en su totalidad por una enredadera. 
  • Casa Parr, incendiada en la década del ’80 del siglo pasado, sólo se conserva parte de la estructura original, ubicada en la calle Tarragona y Bv. Argentino. 
  • En la calle French y Tarragona se encuentra uno de los árboles más antiguos del pueblo, un eucaliptos que data de la época de Aras Ascot. 
  • En la calle Córdoaba y Sánchez de Loria, se encuentra el edificio del antiguo Almacén de Ramos Generales, propiedad de la familia Pasquinelli, hoy bar Antártida. 
  • Por ordenanza n°10, de marzo de 1910, se autoriza a efectuar la apertura y prolongación de calle Córdoba hacia el pueblo de Fisherton. 
  • En la década del 30 comienza a edificarse la zona comprendida entre calles Córdoba y Mendoza. 
  • En el año de 1948, bajo la presidencia de Juan Domingo Perón, se cambia el nombre del barrio Fisherton por Antártida Argentina,
  • lo cual no tiene aceptación por los habitantes, que siguen llamando al barrio, hasta la fecha por su nombre original.


ESTACION “ANTARTIDA ARGENTINA” 
Una estación centenaria

A fines del siglo pasado, el Ferrocarril Central Argentino dispuso erigir una nueva estación a 9,5 km. de Rosario Central, en un sitio que por razones operativas resultaba conveniente para controlar el tráfico ferroviario hacia la Estación Ludueña, que, por entonces, ya constituía un punto vital de empalme de líneas. 

Así fue que, entre 1892-93, se construyó la estación “FISHERTON”, cuyo nombre homenajeaba al Mr. Henry Fisher, quien ejerció, por casi dos décadas, el cargo de gerente de la empresa ferroviaria, con residencia en Rosario. 

El edificio contuvo, además de las dependencias necesarias para el servicio, una vivienda para el jefe de estación en la planta alta. La arquitectura es de características netamente británicas, en ladrillos a la vista, techos de chapa acanalada y pórtico ornamental en madera, reproduciendo estructuras casi idénticas a las que aún se hallan en uso en el sur de Inglaterra. 

En pocos años, la zona se fue poblando para constituirse en un suburbio residencial en el que, a las mansiones de personal jerárquico del ferrocarril, se sumaron casas de veraneo construidas por familias rosarinas. Este auge tuvo directa relación con el excelente servicio de trenes que desde los primeros años del siglo siempre se brindó con unas veinte frecuencias diarias empleando un tiempo de viaje de apenas 15 minutos hacia 6 desde la céntrica terminal de nuestra ciudad -Av. Wheelwright y Corrientes- 

Estas condiciones se mantuvieron, con mejoras en las prestaciones, a lo largo de muchos años y la estación de Fisherton llegó a ser un hito inconfundible de aquel elegante barrio de la zona oeste de Rosario. 

Después de la estatización de los ferrocarriles, la estación fue rebautizada con el nombre de “ANTARTIDA ARGENTINA” por el entonces Ferrocarril Nacional “General Bartolomé Mitre” y permaneció habilitada al público hasta 1977 cuando se interrumpió todo el servicio ferroviario de pasajeros en la sección local de Rosario. A partir de entonces sólo atiende el tráfico de cargas, pasando su operatoria a la Empresa NCA desde diciembre de 1992, cuando se concesionó la explotación de los ferrocarriles nacionales. 

La Estación Antártida Argentina se mantiene, aún hoy en vigencia como puesto de control del movimiento actual de trenes y a raíz de su importancia histórica, sus valores arquitectónicos y su significación para el barrio, fue declarada de Interés Municipal por Decreto N° 10.313/94 y Monumento Histórico por Ley Provincial N° 11.153/94. 

FUENTES
*Datos provenientes del Archivo Asociación Rosarina Amigos del Riel / A.R.A.R..
*Tomado de Facebook/Fisherton